Os voy a resumir el último cuento que me han contado.
UN maestro y un discípulo salen del monasterio, el maestro le quiere dar una enseñanza muy importante. Se van a pedir posada a una casa muy humilde en la zona mas pobre de la ciudad. Allí los acogen con generosidad, les obsequian con leche de su muy preciada vaca que era lo poco que tenían.
Antes de amanecer el maestro despierta al discípulo para disponerse a marchar. Por el camino el discípulo le va contando lo impresionado que está. Le va hablando que gracias a la vaca no son tan pobres, que si no fuese por la vaca no tendrían nada, que han sido muy acogedores con ellos. Cuando acaba, el maestro le dice que ya no tiene vaca, el la ha matado. El discípulo no entiende nada, le reprocha al maestro su falta de caridad.
Un año después el maestro y el discípulo se disponen a visitar de nuevo a esa familia. En el lugar de esa casa pequeña y vieja hay una casa bonita y nueva. El discípulo está muy apenado, se da cuenta que al matarles la vaca los dejaron sin nada y quiere saber que ha sido de ellos. Llaman a la puerta y les abre el mismo señor que conocían, con mejores ropas, mas alegre y joven. Les cuanta que la noche que estuvieron ellos durmiendo allí, alguien les mató la vaca. Se dieron cuenta que sino hacían algo morirían así que limpiaron el patio y plantaron semillas para comer. Como les sobraba comida la empezaron a vender a los vecinos, luego plantaron más y la vendían el los mercados, a ahora tenían una buena situación económica, como nunca pensaron poder alcanzar.
6 comentarios:
Nunca se sabe donde puede estar el Camino...
Un beso
bonita historia!
A mi realmente me impresión, me imaginaba la angustia de esa familia, sin nada a lo que agararse.(Y eso que no sabían quien le había matado la vaca).Supongo que influyó el amor del maestro en esa acción tan dura.Yo tengo muchas vacas, unas me las han matado, otras las estoy matando yo.
Desde luego, es una historia para pensar mucho, jeje... la verdad es que las vacas, cuándo vives muy cerca de ellas, y muy apegado... no dejan ver nada...
Hay un libro entero que analiza ese cuento, vaya que como tu dices es para pensar mucho.
Gracias por el cuento, me ha encantado.
Mil besos.
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